ARNALLI, BERNARDUS

Técnicas

Arquitectura

Perfil y debate historiográfico

La identidad de Bernardus Arnalli es conocida gracias a un documento del año 1145, donde aparece como testigo en una donación de los vizcondes del Berguedà, Berenguera y Guillem, según el cual dieron a la iglesia parroquial de Sant Martí de Puig-Reig los censos que recibían de Sant Andreu de Madrona, probablemente en relación con la construcción de la nueva iglesia (ACA, pergs. Ramon Berenguer IV, 173; Baiges, I.G, Feliu, G., Salrach, J. M., 2010, n. 834, pp. 1356-1357). Los términos utilizados en el documento de donación (Bernardus Arnalli, operator huius ecclesie) hacen pensar que Bernardus Arnau fue el constructor o maestro de obras de la mencionada iglesia, edificada bajo la promoción de los vizcondes del Berguedà.

La iglesia es una sencilla edificación de una sola nave encabezada por un ábside semicircular y vuelta de cañón ligeramente apuntada. La tipología planimétrica y estructural  presenta puntos de contacto con otros edificios de la zona erigidos durante la segunda mitad del siglo XII, también bajo el dominio de la familia de los vizcondes de Berguedà, como Sant Sadurní de Fonollet, documentada en 1167, Sant Andreu de Cal Pallot o Sant Pau de Casserres, donde encontramos el mismo motivo ajedrezado en el guardapolvo de la portada sur.

Uno de los elementos más significativos es la portada situada en los pies, constituida por cinco arquivoltas de medio punto y en degradación. Los capiteles presentaban decoración escultórica, a pesar de que la erosión solo permite intuir el tema representado en el capitel interior izquierdo, que acoge las figuras de siete aves o arpías dispuestas frontalmente, de las cuales todavía son visibles las zarpas cinceladas sobre el collarino.

El año 1183 el trovador Guillem de Berguedà heredó de su padre el castillo de Puig-Reig, junto con los de Madrona, Casserres y Montmajor. Debemos pensar que después de la muerte del trovador, en 1196, se abrieron los dos arcosolios del presbiterio, muy probablemente para acoger sus despojos en uno de los dos, siguiendo costumbres propias de los edificios de la Orden del Temple (Castiñeiras). No podemos olvidar que en su testamento del 1187, Guillem ofreció su cuerpo y alma a Cristo, a María y a la Orden del Temple, a la cual entregó el castillo de Puig-Reig, donde residía habitualmente, así como el lugar de Fonollet (Serra 1996, Castiñeiras 2014).

Precisamente el arcosolio situado a la pared norte del tramo del presbiterio acogía las pinturas murales románicas descubiertas durante los trabajos de restauración emprendidos por la Diputación de Barcelona en 1954. Estas fueron arrancadas, restauradas y traspasadas a tres apoyos de madera que actualmente se conservan en el interior de la iglesia.

Obras

Iglesia de Sant Martí de Puig-Reig.

Comitentes

Familia de los vizcondes de Berguedà.

Textos Documentales

En el año 1145 el vizconde Guillem, la vizcondesa Berenguera y su hijo Guillem de Berguedà, el famoso trovador, firman un documento según el cual dieron a la iglesia parroquial de Sant Martí los censos que recibían de Sant Andreu de Madrona, probablemente en relación con la construcción de la nueva iglesia; en el mismo documento consta su constructor: Bernardus Arnalli, operator huius ecclesie, que firmó como a villicus (ACA, pergs. Ramon Berenguer IV, 173; Baiges, I.G, Feliu, G., Salrach, J. M., 2010, n. 834, pp. 1356-1357).

Texto: Carles Sánchez Márquez

Bibliografía

Catalunya Romànica, 1984-1998, XII, pp. 378-386; Serra i Rotés, R., 1982; Serra i Rotés, R.,  1982; Serra i Rotés, R., 1996, pp. 13-17; Baiges i Jardí, I. et alii, 2010, doc. 834, pp. 1356-1357; Enciclopedia del Románico, 2014, pp.696-707; Castiñeiras, 2014, pp.107-124.